jueves, 29 de septiembre de 2011

Hacia "Brave New World": Disección de un mundo feliz e inhumano

Después todo un verano de silencio de cara a la galería, que no de puertas para adentro, me dispongo a retomar mi actividad en "Diálogos de nimiedad" y, además, lo hago con muchas ganas de poder expresar de una manera clara, concisa y sin tapujos todos y cada uno de mis pensamientos.

Así que sin más dilación voy a empezar.

"Un mundo feliz"
de Aldous Huxley
Este verano, como ya adelanté antes, ha sido un lugar propicio para el tan deseado descanso tras la selectividad, para el ocio, y también, cómo no, para la lectura, en este caso para una magnífica lectura, la obra más laureada de Aldous Huxley: "Brave New World" (en castellano, "Un mundo feliz").

"Brave New World" forma parte junto a "1984", de George Orwell, y junto a "Farenheit 451", de Ray Bradbury, la conocida como "Trilogía de la novela distópica". Son obras que nos hablan acerca de como sus escritores pensaban que se desarrollaría el curso de la historia, siempre para mal, en un corto-medio plazo. Y créanme que su lectura causa, en el lector avezado, una tremebunda y agría sensación de terror al ver algunos de sus pronósticos reflejados en nuestra triste realidad cotidiana...

Por eso me dispongo a escribir esta serie de artículos, siendo este la introducción y justificación de los demás, sobre las relaciones que, a mi parecer, existen entre la sociedad real de nuestros días y la existente en la obra de fición "Brave New World".

Con ello intento animar a la lectura de este gran desconocido de la literatura universal, obra que incluso, pienso, nos debería ser mostrada en los centros e instituciones de enseñanza, pues nos lleva a conclusiones y visiones de nuestra realidad a las que difícilmente podríamos llegar sin esta droga, tan sana, que es la buena lectura... Pero claro, tampoco interesa mucho que el populacho piense demasiado, no vaya a ser que se joda el invento...

¿Quién no lo habrá pensado alguna vez?

Así que, sólo deciros, espero que os guste mi trabajo... ¡Ah, y no dejéis nunca de pensar!