viernes, 4 de noviembre de 2011

Hacia "Brave New World" I: El utilitarismo va a llegar...

Fernando Arrabal en el programa
"La Noche" de Sánchez Dragó.
Ya nos lo advertía Fernando Arrabal, "¡El utilitarismo va a llegar!" (¿O era el milenarismo? No sé, hace ya tanto tiempo...), y nosotros no hacíamos más que reírnos de él, de aquel pobre hombre que, presumiblemente, bajo los efectos de algún tipo de narcótico no paraba de balbucear, una y otra vez, frases sin sentido mientras se tambaleaba de un lado a otro del plató...

Y en efecto, el utilitarismo está llegando a nuestra sociedad... Así que siguiendo los modos y maneras de Arrabal sólo podemos decir, "¡Hablemos de utilitarismo, cojones ya!", y eso es, sin duda alguna, lo que vamos a intentar hacer...

A lo largo de la historia de la humanidad han existido cientos de corrientes filosóficas distintas, desde el idealismo platónico, hasta el vitalismo nietzscheano, pasando por el utilitarismo, que es la que en este artículo nos interesa y de la que vamos a hablar.

El utilitarismo no es más que, y a la RAE me remito, la "doctrina filosófica moderna que considera la utilidad como principio de la moral", ni más, ni menos... Y es alarmante como esa concepción de la moral se ido infiltrando poco a poco en el pensamiento colectivo de la sociedad.

El utilitarismo llevado al extremo, cosa que se suele hacer cada vez con más asiduidad en la sociedad, significa la transformación del ser humano en un medio, y no en un fin. Resumiendo: Todo ser humano "no útil" no tiene lugar en la sociedad, es decir, el ser humano nace, trabaja, se reproduce y muere. Punto y final.

Todo ser humano "no útil" no tiene lugar en la sociedad, una afirmación tan dura como cruda, que sin embargo estamos aceptando poco a poco sin apenas darnos cuenta. La verdad es que ignoro profundamente cuales han sido los mecanismos que nos han llevado a esta sociedad utilitarista, pero lo cierto es que estamos introduciéndonos definitivamente en ella y posiblemente una vez esté instaurada no podremos dar marcha atrás...

La aceptación del utilitarismo por parte de la sociedad se puede apreciar a través de ciertas políticas que están siendo requeridas por la ciudadanía, como por ejemplo la legislación de la eutanasia (aunque si ustedes, en quienes confío plenamente, piensan un poco seguro que encuentran al menos otra política utilitarista en la sociedad de nuestros días...). Entiendanme, no trato de frivolizar con un tema tan complejo y difícil como la eutanasia, en el que habrá casos y casos totalmente diferentes unos de otros, pero no podemos resignarnos a ser objetos de usar y tirar.

La persona, es más, el ser humano queda diferenciado del resto de animales por su indeterminismo natural, el ser humano no puede dedicar su vida y obra completamente al trabajo, el ser humano no es una maquina... El ser humano no puede ser desconectado en el momento en el que deja de ser útil... El principio básico del ser humano, y en ello radica su ser, es la humanidad, y dentro de ella no cabe ningún tipo de utilitarismo...

Una sociedad utilitarista mata de raíz al ser humano, una sociedad utilitarista mata la humanidad, una sociedad utilitarista mata al hombre y sólo deja lugar a la máquina... Pero, desgraciadamente, no somos máquinas...


1 comentario:

  1. Bueno, a esto tenía yo que comentar, sin duda. Y no recuerdo si he escrito algo al respecto, ya miraré y, si no, te contesto en una entrada más detalladamente.
    Tengo que empezar afirmándome como defensor, a priori, del utilitarismo. Y digo "a priori" para que quede de manifiesto que no a posteriori, con la típica exageración que hacemos de todo lo que tiene apariencia de bueno. Nada llevado al extremo nos beneficia.
    Pero hay que ver lo bueno del utilitarismo, o, mejor dicho, lo malo de su contrario (razón por la que lo defiendo); y es que, cuando alguien no es útil, o, mejor dicho, no está en condiciones de continuar su existencia natural, ¿debemos pese a ello intentar que sobreviva? La medicina se encarga de ello (sobre esto sí he escrito), y curiosamente nos parece muy bien "vivir cuanto más mejor"... a mí me parece una aberración.
    Tomemos todo con moderación, pensando en las consecuencias, porque, como bien dices "habrá casos y casos totalmente diferentes"; "no somos máquinas", y debemos de tener en cuenta nuestra condición contingente, esa que desde la antigüedad muchos han querido negar o banalizar con religión.

    ResponderEliminar